Siete hermanas
Nemesio Orellana
Siete hermanas busca contribuir al rescate arquitectónico y patrimonial del movimiento moderno de los años cincuenta de Viña del Mar, el cual estuvo enfocado en la racionalidad, funcionalidad y orden espacial de la ciudad. El artista sugiere que los edificios de vivienda social y colectiva Quinta Claude, la Población Lord Cochrane y Siete Hermanas, entre otros, gestaron una identidad del imaginario urbano de la ciudad.

La obra propone reinterpretar estos edificios, ahora con una mirada desde la deconstrucción y el colapso (emulando la crisis urbana y las políticas de edificación que han colapsado el orden y la continuidad del espacio urbano actual). De este modo, utiliza elementos híbridos, distorsionados, ambiguos e irregulares, que se contraponen a lo recto, sencillo, directo y controlado de la arquitectura modernista.
Nemesio Orellana Martínez

Artista visual nacido en Chuquicamata, Chile en 1981. Con estudios previos en arquitectura, licenciado en bellas artes mención escultura en la universidad ARCIS Valparaíso. Desde el 2010. Su trabajo ha sido expuesto en galerías, museos, centros culturales y ferias, en Chile , Argentina, Bolivia, Ecuador y Colombia.

Trabaja en torno a la ciudad y la forma urbana, creando para ello un espacio intermedio entre el arte y la arquitectura, desde donde y por medio de la observación de ciertos procesos tales como la planificación (que sugiere subjetivar incluso la vida cotidiana), concentración de población, segregación y resistencias varias al orden institucional, problematiza la falta de sentido y absurdo que subyace a las nuevas dinámicas y políticas de crecimiento de la ciudad contemporánea.

Así, por medio de ejercicios de traslada y captura, valiéndome de fotografías, montajes digitales, maquetas y dispositivos varios, se roba, se sustrae sentido, miradas y significado al espacio urbano oficial, con el propósito de intervenir y transgredir el orden y racionalidad espacial, elementos que han dominado gran parte de la historia de la arquitectura y, así recuperar la ciudad como territorio posible para el montaje de inéditas utopías de habitabilidad y ocupación.